El sonido de la puerta al abrirse con sumo cuidad me despertó, bueno mas bien bien me hizo abrir los ojos, ya que no estaba dormida. Sentí como alguien se iba aproximando a la cama. Cada vez se iba acercando mas y mas, casi podía sentir su respiración. Cerré los ojos y sujeté la manta con fuerza para así no jadear ni que el miedo me hiciera gritar. Ya casi podía sentir su aliento sobre mi rostro, cada vez mas cerca. El calor producido por el miedo estaba empezando a recorrerme todo el cuerpo...y entonces me di cuenta de lo que tenia en mi mejilla derecha.
-¿Aelita?-mi corazón dio un vuelco y una sensación de frío alivio el calor producido por el miedo. -¿Estás dormida?-me preguntó la voz.
-No-dije sin fuerzas y con el corazón aun palpitante.
-Solo quería decirte buenas noches y...que te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario