-Soy Lidia, una de las danomas, y estas son Selene y Edelweiss -dijo señalando a las dos Amazonas que la acompañaban.
La de la derecha era Selene, pues fue la primera que señaló y nombró. Su tez era blanca como el papel. Tenia el cabello onduladamente rizado y negro.
Sus ojos eran marrones almendra, pero mostraban cierta malicia en ellos. Llevaba un vestido verde con las mangas de picos y adornado por hojas de diferentes plantas. Edelweiss, sin embargo, era totalmente diferente. Su cabello era de color arena y sus ojos eran azules, pero se iban aclarando hasta llegar al gris. Su tez era blanca y su vestido era de color palo de rosas pitiminíes y de algunas hojas. En la mano derecha tenía una rosa pitiminí de donde surgía una rosa blanca, que hacia la función de anillo.
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